Impresionismo 🎨🖌🖼

El período artístico que más me gusta es el impresionismo, que resuena mucho con mi percepción del arte visual, junto con la representación del color y la luz en la pintura. Con su pintura revolucionaria, Impresión, Amanecer, exhibida por primera vez en París en abril de 1874, Claude Monet dio, sin querer, el nombre al incipiente movimiento impresionista que, en ese momento, también incluía a otros artistas contemporáneos como Pissarro, Manet, Renoir y Sisley. El término fue utilizado en un sentido despreciativo por el crítico de arte Louis Leroy en su crítica de la exposición colectiva que los pintores habían organizado en oposición a la escuela académica, pero fue adoptado por el movimiento como una forma de describir su enfoque de la pintura. El impresionismo era un término utilizado antes de que esta pintura se exhibiera en 1874 para describir el efecto de una escena natural en el pintor o el efecto de una pintura en el espectador.

Otro ejemplo de esta nueva forma “impresionista” de pintar, inspirada en el movimiento, es la pintura de Renoi que representa una composición al aire libre que parece haber sido inspirada en una excursión diaria, Boating on the Seine de 1875. Colores intensos y contrastantes definen esta escena tranquila y relajante junto al río Sena, cerca de París, con reflejos vívidos en el agua y un tren de vapor que pasa al fondo. Se suponía que esta pintura debía ser compuesta y realizada en el acto como resultado de la impresión en el pintor de una imagen que experimentó y capturó en el acto.

Los temas preferidos de los impresionistas iban, por supuesto, más allá de la representación de la naturaleza y la luz. Los temas populares también eran figuras humanas, aunque alejándose de la tradición prevaleciente de la época, representaban a amigos y familiares en momentos ordinarios, en lugar de personas históricas o importantes que proyectaban su estatus o logros épicos. El doble retrato de Manet, En el Conservatorio, representa a un par de amigos del pintor en su jardín, pero sin una aparente conexión íntima entre la pareja.

Paul Gauguin es famoso por sus pinturas posteriores que dieron lugar a un nuevo movimiento artístico que rompió con el enfoque del impresionismo, pero en sus primeros días como pintor había adoptado los temas y las técnicas de los impresionistas. Este Bodegón pintado por él en el período inmediatamente posterior a su divorcio de su esposa, resuena mucho con las técnicas impresionistas en las rápidas pinceladas que definen la cesta de rosas silvestres. La serenidad de la escena también contrasta con el período turbulento que estaba atravesando personalmente, después de su decisión de dedicar su vida a la pintura.

Westminster Bridge, de Giuseppe De Nittis

Aunque podemos identificar este movimiento artístico como algo específico para un grupo de pintores franceses que vivían en París alrededor de la década de 1880, las ramificaciones e influencias de sus innovaciones van mucho más allá de sus maestros iniciales. Muchos otros pintores, músicos y escritores quedaron impresionados por sus ideas revolucionarias y las tradujeron a otros contextos. Los pintores de diferentes nacionalidades se sintieron atraídos por los animados círculos artísticos de París, entre ellos Giuseppe De Nittis y Giovanni Boldini de Italia, Alfred Sisley de Gran Bretaña, Mary Cassatt de América y Camille Pissarro de Dinamarca. Los pintores de diferentes nacionalidades durante el mismo período adoptaron enfoques de la pintura similares a los de sus colegas impresionistas en París, entre ellos Joaquim Sorolla en España, Henry Scott Tuke en Inglaterra y Arthur Streeton en Australia.

The Path to the Old Ferry at By, by Alfred Sisley, 1880

Además de la pintura, la revolución artística provocada por el impresionista se extendió también a otras artes, principalmente a la música y la literatura. Claude Debussy, Maurice Ravel y Erik Satie a veces son descritos como compositores impresionistas, aunque rechazaron tal etiquetado de su trabajo como despectivo. Seguramente sus composiciones eran más sugerentes, atmosféricas y en marcado contraste con los excesos emocionales de la música romántica. Del mismo modo, poetas y escritores como Arthur Rimbaud, Verlaine y Baudelaire fueron influenciados por las innovaciones de los impresionistas y transfirieron sus enfoques también a la literatura.

French Impressionism, spearheaded by artists like Claude Monet, Pierre-Auguste Renoir, and Edgar Degas, emphasized capturing the transient effects of light and atmosphere through spontaneous brushwork and vivid color palettes. Sorolla, exposed to these revolutionary ideas through exhibitions and the works of the French masters, found inspiration in their techniques while maintaining his Spanish identity and subject matter.

El movimiento impresionista francés, caracterizado por su énfasis en la captura de momentos fugaces y el juego de la luz y el color, ejerció una profunda influencia en los artistas de todo el mundo, incluidos los pintores españoles como Joaquín Sorolla. Si bien España tenía sus propias ricas tradiciones artísticas, no se puede exagerar el impacto del impresionismo francés en el trabajo de Sorolla. A finales del siglo XIX, España experimentó transformaciones significativas, tanto social como artísticamente. Sorolla, nacido en Valencia en 1863, llegó a la mayoría de edad durante un período de fermentación artística. Influenciado por las cualidades luminosas de la luz en su Valencia natal y cautivado por las vibrantes técnicas de los impresionistas franceses, Sorolla se embarcó en un viaje que fusionaría estas influencias en su propio estilo único.

Uno de los principios centrales del impresionismo francés era la técnica al aire libre, pintar al aire libre para capturar la luz natural y sus efectos en los paisajes y las escenas. Sorolla también adoptó este enfoque, a menudo pintando en las playas de Valencia o en su jardín, utilizando la intensa luz mediterránea para infundir a sus obras un sentido de vitalidad y luminosidad. La influencia del impresionismo francés en la paleta de Sorolla es inequívoca. Adoptó las pinceladas rotas y las armonías de color vibrantes que recuerdan al estilo impresionista, empleando una variada gama de tonos para transmitir la interacción de la luz y la sombra. Su debilidad en retratar los deslumbrantes efectos de la luz solar en el agua, los reflejos brillantes y la mezcla de tonos en la piel de las figuras demuestra la asimilación de los principios impresionistas en su obra. Además, el tema de Sorolla a menudo reflejaba la vida cotidiana de España, sus paisajes, personas y costumbres, al igual que el enfoque de los impresionistas en las escenas cotidianas. Sus escenas de playa, con animadas representaciones de niños jugando en las aguas moteadas por el sol o pescadores que se apresuran contra un telón de fondo de mares azules, resuenan con la vitalidad y la espontaneidad que son sinónimo de impresionismo.

Sin embargo, la divergencia de Sorolla de las estrictas técnicas impresionistas es evidente en su compromiso con el realismo detallado. Mientras abrazaba la esencia del impresionismo, retuvo una cierta precisión y claridad en su pincelada, capturando detalles intrincados con delicadeza, especialmente en sus retratos y composiciones históricas. En esencia, el arte de Sorolla representa una relación simbiótica entre el impresionismo francés y el patrimonio artístico español. Él fusionó coneptamente las cualidades luminosas y vibrantes del impresionismo con el rico tapiz cultural y visual de España, creando un cuerpo de obras que celebraba la esencia única de su tierra natal al tiempo que se hacía eco del espíritu revolucionario de los impresionistas franceses. A través de sus pinturas, Sorolla no solo rindió homenaje al impacto transformador del impresionismo francés en su propia evolución artística, sino que también contribuyó significativamente al diálogo entre los diferentes movimientos artísticos, dejando una marca indeleble en el tapiz de la historia del arte.